Neurodivergencia y Aprendizaje de Idiomas

Aprender un idioma ya es un desafío en sí mismo. Requiere paciencia, constancia y una buena dosis de confianza. Pero, ¿qué pasa cuando el cerebro funciona de manera diferente a la norma establecida? La neurodivergencia abarca condiciones como el TDAH, el autismo, la dislexia y otras formas únicas de procesamiento cognitivo que influyen en la manera en que absorbemos y usamos un nuevo idioma.

Si alguna vez has sentido que las estrategias «típicas» de aprendizaje de idiomas no te funcionan, no estás solo. Y eso no significa que no puedas aprender un nuevo idioma, solo que el camino puede ser diferente, cada quién aprende de diferente manera.

¿Qué es la neurodivergencia?

El término «neurodivergencia» se refiere a las variaciones en el funcionamiento del cerebro que se alejan del «neurotípico», es decir, del modo en que la mayoría de las personas procesan la información. Esto incluye condiciones como:

• TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad): Dificultades para mantener la atención en tareas prolongadas, impulsividad y una necesidad de estímulos constantes.
• Autismo: Un procesamiento cognitivo que favorece el pensamiento en patrones, la memoria detallada y la preferencia por rutinas estructuradas.
• Dislexia: Dificultades con la lectura y la escritura, pero a menudo con una gran capacidad para el aprendizaje auditivo y la creatividad.
• Dispraxia: Problemas con la coordinación motora que pueden afectar la escritura y la pronunciación.

Cada una de estas condiciones puede influir en la manera en que una persona aprende un idioma, pero eso no significa que sea un obstáculo insuperable. De hecho, muchas habilidades relacionadas con la neurodivergencia pueden convertirse en herramientas poderosas en el aprendizaje de una lengua extranjera.

Cómo influye la neurodivergencia en el aprendizaje de idiomas

1. Procesamiento de la información: Rápido o profundo

Algunas personas neurodivergentes pueden absorber información a un ritmo increíblemente rápido, mientras que otras necesitan más tiempo para procesarla, pero la retienen con una profundidad impresionante. Esto significa que la clave no es aprender «más rápido», sino encontrar estrategias que respeten el ritmo de cada quien.

2. Memoria y atención: Un reto y una ventaja

El TDAH puede dificultar la concentración en estructuras gramaticales largas, pero al mismo tiempo, muchas personas con TDAH tienen una gran memoria para detalles, sonidos y patrones lingüísticos. Por otro lado, personas en el espectro autista pueden enfocarse con intensidad en áreas específicas del idioma y volverse expertas en temas que les apasionan.

3. Lectura y escritura: Alternativas creativas

Para alguien con dislexia, aprender a leer y escribir en otro idioma puede ser un gran reto, pero la solución puede estar en enfoques más visuales o auditivos. Escuchar canciones, usar aplicaciones con imágenes o aprender por medio de historias narradas pueden ser mucho más eficaces que los métodos tradicionales.

4. Expresión oral y pronunciación

Algunas personas neurodivergentes pueden tener dificultades con la pronunciación o con el aspecto social del idioma, como entender ironías o expresiones idiomáticas. La clave aquí es encontrar estrategias alternativas, como practicar con grabaciones, usar subtítulos o centrarse en la escritura si la expresión oral no es la prioridad.

Estrategias para aprender un idioma si eres neurodivergente

Si sientes que los métodos de enseñanza «convencionales» no te funcionan, no te preocupes. Existen muchas formas de adaptar el aprendizaje a tu manera de pensar. Aquí algunas ideas:

✅ Usa tu hiperfoco: Si algo te apasiona, conviértelo en tu método de aprendizaje. ¿Te encantan los videojuegos? Juega en el idioma que quieres aprender. ¿Te obsesionan las series? Míralas con subtítulos y repite frases en voz alta.

✅ Aprende de manera multisensorial: En lugar de solo leer o escribir, intenta aprender con música, gestos, imágenes o incluso con movimiento. Algunas personas memorizan mejor cuando caminan o hacen algo con las manos.

✅ Crea una rutina flexible: Puede ser difícil seguir un plan rígido, pero tener pequeños hábitos constantes (como escuchar un pódcast mientras cocinas o repetir palabras mientras te cepillas los dientes) puede hacer una gran diferencia.

✅ Aprovecha la tecnología: Usa aplicaciones que te permitan aprender a tu propio ritmo, con refuerzos visuales y auditivos. Algunas aplicaciones como Anki permiten crear tarjetas personalizadas con imágenes y sonidos, lo que puede ser muy útil.

✅ Elimina la presión social: Si la ansiedad social te frena a la hora de hablar en otro idioma, prueba escribir en foros, enviar notas de voz a amigos o incluso hablar contigo mismo frente al espejo. Poco a poco, ganarás confianza. Pero recuerda que la fluidez se logra con la interacción y la práctica, llegará un momento en el que lo tendrás que hacer con todo y miedo.

✅ Hazlo divertido: La neurodivergencia puede hacer que ciertas tareas se sientan agotadoras, pero si el aprendizaje es divertido, será mucho más fácil. Juega con el idioma, inventa historias, cámbiale la letra a tus canciones favoritas o crea tu propio diccionario ilustrado.

El valor de aprender a tu manera

No hay una única forma «correcta» de aprender un idioma, y mucho menos cuando cada cerebro es diferente. Lo importante es encontrar estrategias que se adapten a ti en lugar de intentar forzarte a métodos que no encajan con tu forma de pensar.

La neurodivergencia no es un obstáculo para el aprendizaje de idiomas, es solo una manera distinta de procesar el mundo. Y muchas veces, esas diferencias pueden convertirse en una gran ventaja: una memoria impresionante para los detalles, una sensibilidad especial a los sonidos, una capacidad para pensar en imágenes o la creatividad para encontrar nuevas formas de aprender.

Tu forma de aprender es tan válida como cualquier otra. Encuentra lo que funciona para ti, experimenta, diviértete y confía en tu capacidad para conquistar un nuevo idioma a tu propio ritmo.